Seguidores

miércoles, 12 de junio de 2013

12. Una noche

12. Una noche
Desperté dos horas después, con la memoria borrosa y ya en mi cuerpo, había vuelto a la vida, yo había salvado a Miranda y ella a mí, debería agradecérselo pero la verdad era que en aquel momento la odiaba, porque yo quería haber muerto…
Ella estaba sentada a mi lado comiendo carne blanca de Pitxe. Yo estaba tumbada con la mochila como almohada, confusa. Hacia una noche estrellada realmente única, le echaba de menos.
 Me senté como ella y le dije:
-¿Qué ha pasado?
-Nada, el Pitxe te ha hipnotizado, has tenido mala suerte, ese era muy fuerte, era uno de los alfas jefe, esos son los peores. Por suerte desperté y le corté la cabeza por la espalda, ni se enteró.- fue interesante el poco interés que puso al decirlo, como si no importara, como si fuese algo que hace todos los días- Tú estabas casi muerta, no respirabas, tuve que reanimarte durante una media hora para que volvieras a tener pulso- yo no paraba de pensar que ojalá me hubiera dejado allí tirada y hubiera abandonado mi cuerpo- pero conseguí salvarte después de un rato, lo he pasado fatal, pensé que te perdía Silver, menos mal que estas bien, no hubiera podido seguir yo sola.
Se acercó a mí y me abrazó, la quería mucho, le había cogido mucho cariño.
-Y que, ¿está buena la carne de Pitxe?- le dije, ella soltó una risilla.
-Pues si la verdad, toma- me pasó un trozo.
La probé, era como si por la garganta me bajaran pinchos arrastrándose por un camino de espinas y le dije riéndome:
-¡Pero si está horrible! ¿Cómo no has vomitado?- no paraba de reír.
-Sí la verdad- rió- pero bueno, por lo menos ya no estamos tan trastornadas como antes ¿no?
-Sí, menos mal que eso ya ha pasado.
Estuvimos  comiendo y charlando de todo un poco hasta que me surgió hacerle una pregunta:
-Oye Miranda… - Me puse seria.
-¿Qué pasa?
-Que falta muy poco para que lleguemos al Monasterio del Norte, y…
-¿Y qué? Me estás asustando.
-Pues que cuando lleguemos tú te quedarás con tu hermana y estaré sola…
-Es cierto, no lo había pensado… Pero a lo mejor Justin está allí con Pegaso, quien sabe.
Al escuchar su nombre en voz alta se partió un trozo de mi corazón.
-Pero, ¿y si no lo está? ¡¿Por qué los dos me dejáis sola?! ¿Qué os he hecho yo? Yo quiero irme con vosotros, yo no conozco este mundo, no sobreviviré yo sola Miranda, no lo conseguiré, os necesito… - Me estaba atragantando ya que había tantas palabras que deseaba decirle, no podía aguantar…-.
Me puse a llorar porque ahora estaría yo sola, no podía soportarlo…
Ella se acercó a mí, me limpió las lágrimas y me dijo:
-¿Pero qué dices? Tú eres mucho más fuerte que eso Silver, claro que podrás con esto.
-No Miranda, yo no soy como tú…- No podía dejar de llorar- yo no soy líder como tú, no lo aguantaré…
-Sí lo harás, ¿sabes por qué?
-¿Por qué?
-¡Porque no estarás sola, yo iré contigo, y mi hermana también, las dos te acompañaremos en este viaje, no voy a dejar que te pase nada después de todo lo que hemos vivido juntas!
La mirada se me iluminó al escuchar eso, yo siempre había temido separarme de ella desde que Justin se fue, y ahora eso no pasaría, ella era la mejor persona del mundo.
-Te quiero Miranda en serio, gracias.
Me tiré a su cuello, nos abrazamos y reímos. Luego ella me dijo:
-Venga vamos a dormir ya- Me sonrió.

Yo no dije nada y me acosté de nuevo, con el estómago lleno, la mente en blanco y el corazón en un puño. Estaba viviendo demasiados sentimientos a la vez, le echaba de menos, era horrible la tortura de no saber nada de él, ya no solo de si está conmigo… Sino es que no sé ni siquiera si está vivo. Yo le necesitaba, intenté olvidarme de él y seguir con Miranda como si nada, ocultando que estoy rota por dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario