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domingo, 15 de mayo de 2011

LA MANSIÓN PIRATA (2007)

Había treinta y dos piratas que navegaban a bordo de un barco velero.
Llevaban 32 días navegando cuando de repente una tormenta gigante les arrastró hasta una isla.

 Allí se dan cuenta de que se les habían roto dos velas, así que decidieron entrar en una gran mansión que había allí cerca, echando a bajo la puerta.

El capitán de los piratas entró el primero para inspeccionar el terreno y encontró un mayordomo, que le dijo que el dueño de la casa se ahogó en el mar y allí se quedaron sus restos y su esqueleto, y desde entonces la casa está embrujada.

El mayordomo les dejó que se quedaran varios días allí hasta que arreglaran el barco.
Con esta charla que habían tenido el capitán y el mayordomo se hizo de noche.

Era una noche oscura, sin estrellas y nublada. Empezó a llover bastante, y los 32 piratas no podían dormir por los truenos y los rayos tan fuertes que habían en esa larga noche, así empezaron a tomar un ron detrás de otro, hasta que se emborracharon y se durmieron.

Al despertar, todos los piratas creían que era de día, pero todos se equivocaban.

El mayordomo les dijo que aún era de noche porque el dueño de la casa antes de morir le hizo una maldición a la casa, para que cuando llegaran los 32 piratas se quedaran encerrados para toda su vida y nunca se hiciera de día.

Pasaron 32 semanas y durante ese tiempo todos tenían miedo menos el capitán, que aún así tenia un poco.
Se les acabó la bebida y la comida y como no podían salir de la casa estaban muertos de hambre.
El mayordomo se convirtió en una chica monstruosamente guapa y malvada y con unos extraños poderes que hizo que la casa se llenara de comida.
La chica se enamoró de un pirata y todos los piratas, e incluso el capitán querían a la  chica.
Hicieron una boda y la chica se casó con el pirata del que estaba enamorada.
 En el momento del beso la chica se transformó en un vampiro negro y en lugar de besarle, le mordió en el cuello. El pirata, después de convertirse en un vampiro se murió. Y el vampiro-chica quería matar al resto de los piratas.

Todos empezaron a correr despavoridos por toda la mansión.

Llevaban 32 horas corriendo y todavía no estaban cansados, pero el vampiro-chica se dio cuenta de que  estaba muy cansada y se paró. En ese mismo momento se destruyó quedando a pedacitos pequeñitos a causa de su cansancio.
Los piratas continuaban corriendo porque creían que aún les perseguía el vampiro-chica.
Después de dos días corriendo se dieron cuenta de que el vampiro- chica ya  no les perseguía y se pararon. Poco a poco fueron desapareciendo los muebles y todas las cosas de la casa, hasta que desapareció toda la casa, y los piratas se quedaron solos en la isla.

Se dieron cuenta de que el barco aún estaba estropeado y lo arreglaron y salieron de la isla navegando.

En alta mar se encontraron con un tiburón gigante que se comió a los piratas y el barco continuó navegando solo y volvió hacia la isla, pero ésta ya no estaba.
 Solamente quedaba el reloj del dueño de la mansión, que ya no funcionaba y marcaba las 32 horas y 32 minutos…
            
El barco, sabía que esa hora no existía, y de repente el tiempo retrocedió y eran las doce de la noche, la hora que todos los piratas bebían un ron detrás de otro.
La puerta se abrió y nadie se esperaba que iba a venir el mayordomo, que ya no era un vampiro-chica, ahora era solo una chica, y no mala, sino buena y muchísimo más guapa que antes.
Al dueño de la casa se le juntaron los huesos y volvió a ser el de antes. Echó a todos los piratas de la mansión incluso a la chica.
Los piratas se fueron navegando con su barco hacia un sol alucinante.
 De repente se puso a llover bastante, y el fuerte viento les arrastró a un mar muy, muy peligroso llamado Marísimo.
 En el mapa de los 32 piratas ponía que era el mar más peligroso del mundo. Allí habían muerto cientos de piratas y un niño pirata aún estaba nadando por ahí…

Buscaron al niño durante 2 horas, hasta que lo encontraron.
Estaba sucio, muy cansado y con los ojos cerrados.
Pasó un día entero, le despertaron y le cuidaron hasta que un tiburón vino y destruyó todo el barco.

Era un tiburón blanco y casi se comió al niño.
Los piratas fueron nadando lo más rápido que podían, intentando despistarlo.
 Lo consiguieron y fueron a parar a la playa.
Toda la gente se asustó porque les tenían miedo los piratas, pero ellos se quedaron allí a vivir, y nunca más volvieron a ser piratas.  

FIN



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