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domingo, 15 de mayo de 2011

AGUJERO NEGRO (2010)

1-GRUPO DE ESPIAS
H
ola me llamo Makeila pero todos me llaman Keila y tengo 14 años y soy una de los 5 espías que hay en el grupo ¡Qué bien que hoy sea un día soleado! Tengo el  pelo negro, soy más bien baja, me encanta chamuscar a los malos con mi poder del fuego y gracias a él estoy en el grupo de espías.
Mi comida preferida es la pizza, casi siempre llevo el pelo suelto, como ahora… ¡a no! que se me ha olvidado peinarme  ¡ja, ja!
 Soy claustrofóbica. Si veo a alguien vomitar yo también vomito, y si veo a alguien reír yo también rio, es por un lado una buena costumbre, y por otro una mala costumbre, pero que se le va a hacer, así soy yo, Y NO ME PUEDO CAMBIAR ¡me cachis, se me ha olvidado pulsar de nuevo la tecla de poner en minúsculas las letras! Y bueno Yo cReO qUe EsO Es ToDo De Mi, Y Si No tE gUuStA eStE lIbRo No Lo LeAs Y PuNtO…
 Si vale, puede que no os haya contado que soy gótica, pero es verdad, y que soy maniática (eso lo saqué de mi padre José); me encanta leer pero sobretodo libros de misterio (está bien, eso lo saqué de mi madre Pilar, pero yo la llamo Pili, porque mi abuela se llama Pilar también y lo hago para no confundirme). Tengo dos hermanos, los dos más pequeños que yo, uno se llama Marcos y tiene 9 años, y mi hermano aun más pequeño, Danko tiene 2 años, es un bebé. Vale, me habéis pillado, Danko es un perro, pero le quiero como un hermano porque se comporta igual. Es un perro, si, me suena raro, es un perro…
¡Ah sí, que se me olvidaba que tengo también el poder de mover cosas con la mente!, pero casi no lo uso y por eso se me había olvidado. Al parecer también se me ha olvidado decir que soy muy despistada y eso en realidad no se de quien lo he sacado ¡jajá!       
 En el grupo también esta Sara que tiene el poder de hablar con los animales. Tiene 15 años, es muy guapa, el pelo lo tiene rubio oscuro y lo lleva siempre recogido, le encanta la música pop, es alta y tiene un raro vicio de comer chicles de coco. Es que siempre está con uno en la boca, no le gustan ni de fresa, ni de menta, le gustan específicamente de coco.
También esta Justin de 16 años. Es alto, tiene los ojos marrones y suele llevar ropa de su grupo de música favorito Metálica ¡como mi padre José! Es muy chistoso y divertido. Tiene el poder de la sangre, que consiste en que cuando le ponen muy furioso llora sangre y todos los que están a su alrededor mueren desangrándose por los ojos. Hace mucho deporte, le gusta siempre acostarse temprano y salir a las 5:00 de la mañana a correr hasta las 3:00 de la tarde, y vale tengo que admitirlo, es muy guapo, tiene la piel más blanca de lo normal, y es muy simpático.
 David es muy nervioso, le encanta la competición, no se puede estar quieto ni un segundo y por eso nació con el poder de hacer que dos personas se empiecen a pegar a muerte. Es impresionante y tiene 16 años igual que Justin, es alto con el pelo negro total y le encanta pelearse.
Por último está Furioso un perro de raza labrador precioso. Es el perro de Sara y ésta habla con él continuamente, aunque David, Justin y yo no entendamos lo que dice Furioso, pero si lo que dice Sara, y al parecer siempre se están peleando por lo que nos dice Sara. Furioso tiene muy mala leche,  es muy cabezota y es el perro mas vago que he visto nunca, siempre le esta contestando mal a la pobre Sara. La verdad, es que él no tiene ningún poder, pero a nuestros  jefes, les hacía gracia, que un perro tan retorcido y guapo como Furioso entrara en el grupo de espías.


2- LA MISION
       
E
stábamos todos en una sala, esperando que nos dieran una misión desde hace dos horas y nada ni nadie nos decía nada.
La sala era  grande, las paredes pintadas de azul. Tenía un par de sofás, tres maquinas con refrescos y aperitivos y cuatro mesas con revistas. Era un rollo esperar…  
Como a mí me gustaba mucho Justin se me ocurrió pasar el rato tonteando con él, y entonces dije:
-Eh,  Justin, que rollo esperar ¿no?- no se me ocurría nada más,  me quedé  en blanco, estaba súper nerviosa, las manos me temblaban-----Haber si salen ya ¿no? ¿Quieres que hablemos de algo?
 Y él dijo:
-Oye ¿no crees que Sara y yo hacemos buena pareja?-.
Me quedé con la boca abierta y con los ojos como platos. Era normal, ella es guapa, alta, flaca, y lo más importante era de su edad, no como yo que solo tengo 14 años, ¡que se le va a hacer!
Cuando oí el chirrido de la puerta rota  sabía que estaban a punto de salir a darnos la misión.
Y un hombre con 4 brazos, 3 piernas, y un solo ojo dijo: 
-Vuestra misión es ir justo al centro del mar más peligroso del mundo, donde se encuentra un AGUJERO NEGRO, que se hace más grande por segundos. Está matando a todo signo de vida, y vosotros tenéis que hacer que pare-.
Entonces David preguntó:
-¿Y como se supone que vamos a hacer eso?-.
-Buena pregunta David, tenéis que entrar en el agujero negro,  porque cuando estéis dentro será como si estuvierais en tierra firme, después tendréis que superar una serie de pruebas hasta llegar a una palanca, que si la bajáis, el agujero negro irá disminuyendo de tamaño, pero tendréis solo 5 minutos para escapar, sino, os quedareis encerrados dentro para siempre, ¡CUENTO CON VOSOTROS!






3- MAR

E
ntonces nos subimos a una ballena, mientras que Furioso dijo:
-¡Guau, guau, guau…!-.
Que por la traducción de Sara significaba:
-¿Por qué tengo que poner mis patas en este asqueroso bicho? ¡Quiero bajarme de aquí!-.
  -¡Chucho cállate! ya casi hemos llegado -dijo Sara-.
Ya habíamos llegado, nos pusimos los equipos de buceo y ¡AL AGUA PATOS! Por fin encontramos el agujero negro. Era enorme, como dos campos de fútbol o puede que más.
Y el mar era tan azul, con tantos peces, de distintas formas y colores que me daban ganas de quedarme para siempre  allí. Pero era imposible, tenía que completar la misión, que me había mandado el jefe del grupo de espías, que por cierto, se llama Meison. Sus padres le pusieron ese nombre porque su padre se llama Merlín, y su madre Madison. Buen nombre elegido, le pega.
El mar también estaba lleno de, tortugas, tiburones de diferentes tipos, algas, piedras grandes y pequeñas, y por la derecha se acercaba algo, no sabía muy bien lo que era, no veíamos nada y les dije a todos un poco asustada:
-Chicos, no es por alarmar ni nada, pero esa cosa tan grande ¡viene directamente hacia nosotros! deberíamos darnos prisa en entrar a el agujero negro, a no ser que prefiráis ser su merienda-.
Sara dijo:
- Keila tiene razón hay que darse prisa, ¡CORRER!-.
 Mientras,  que por lo que dice Sara, Furioso dijo:
-Sois unos miedicas, esa cosa no es tan grande, por favor, si hasta podría ser mi hermano. Si se acercara un poco más le metería un puñetazo más grande que a mi propia abuela… Está justo detrás de mí ¿a que si?-.
Los demás asentimos con la cabeza.
Resulta que eso que nos daba tanto miedo era una ballena, más grande que el agujero negro, y con una boca enorme.
Del miedo que tenía Furioso se metió rapidísimo en el agujero negro. Mientras, yo  movía la ballena con mis poderes hacia el agujero negro y ésta murió por culpa del agujero.
Nos sentimos todos un poco mal, porque ella en realidad no nos había hecho nada.



4-DENTRO DEL AGUJERO

C
uando entré en el agujero, era extraño, como si estuviera dando vueltas y vueltas en círculo, mientras mi alrededor era negro. Estaba a punto de vomitar, cuando de repente me salpicó algo. ¡ERA EL VOMITO DE FURIOSO!
Y dije con cara de asco:
-Chucho del demonio, ¡QUE ASCO, POR DIOS! Que guarro eres Furioso, no me extraña que Sara tenga que poner un candado en la puerta del baño-.
Bueno, entramos en el agujero, y era verdad, es como si estuviéramos en tierra firme.
El sitio era como un desierto, solo había unas hierbas verdosas.
De repente oímos un ruido que parecía venir de las hierbas…  
Era una especie de duende verde con orejas puntiagudas que iba vestido como hace dos siglos.
Éste dijo:
-Vosotros no poder permanecer en este desierto-.
Y Sara preguntó:
-¿Por qué no?-.
El duende le respondió:
-Porque éste ser mío mundo-.
Entonces pregunté:
-¿Aquí solo vive usted?
 -Si- dijo el duende con chulería-.
-Pues no podemos salir de aquí- comentó Justin-.
-¡Oh claro que sí!, yo os sacaré de acá-.
-¿Y a dónde va a llevarnos?-.
-A otro mundo que haber bajo estas tierras-.
Entonces el duende levantó los brazos, hizo un agujero en sus propias tierras y dijo que entráramos.
Por supuesto Furioso se negó, y lo sé porque se acercó al duende y se sentó a su lado y le empezó a mordisquear el pie poco a poco.
Entonces Sara se acercó a Furioso y le dijo susurrándole:
-¿Pero qué estás haciendo?-.
-¡Lo que tú no haces, fea!- dijo Furioso según la traducción de Sara.
Sara acabó por gritarle a Furioso y lo empujó al agujero que había hecho el duende. Entonces todos imitaron a Furioso y se tiraron al agujero, incluida yo, claro.

5-DENTRO DE OTRO MUNDO

A
llí dentro era todo oscuro, no se veía nada de nada. Pero por suerte, David siempre lleva una linterna en su mochila ¡es que nunca se sabe lo que puede pasar! La sacó, la encendió, y nos dimos cuenta que todo a nuestro alrededor era piedra, como un pasillo de piedra.
Entonces, me cayó una piedrecita pequeñita, se lo dije a los demás, y de repente a todos les caían piedrecitas. Pero dos segundos después, esas piedrecitas se estaban convirtiendo en piedras cada vez más grandes y más grandes, hasta que eran pedruscos enormes.
Luego, nos dimos cuenta de que caían  tan pocos que al final ya no caían.
Pero de pronto, se oyeron pasos enormes que se acercaban a nosotros cada vez más. Furioso tenía tanto miedo que ladró lo más fuerte que pudo. Los pasos pararon durante unos segundos y se volvieron a oír otros dos segundos después.
Nos dimos cuenta de que nos estábamos haciendo para atrás hasta que chocamos con algo. No era una pared, así que nos dimos la vuelta para ver que era y nos asustamos tanto que decidimos no gritar; buena elección.   Era como una especie de monstruo horrible, tenía un cuerpo normal pero el brazo izquierdo era mucho más grande que el resto de su cuerpo y detrás de él venían muchos más y a nuestros lados y en frente de nosotros. ¡ESTÁBAMOS RODEADOS!
Entonces el monstruo del brazo grande dijo con voz ronca y grave:
-Sabíamos que apareceríais para bajar la palanca, pero tranquilos, nuestro poderoso jefe viene para aquí.
Según Sara, Furioso en estos momentos decía:
-Este es un pelmazo, venga, que aparezca ese jefe tan poderoso por aquí, que se va  enterar. Nadie hace esperar a Furioso, nadie. ¡Y menos un idiota al que todavía no hemos visto!-
Entonces yo agarré la mano de Sara, ésta agarró a la de Justin, éste agarró la de David y al pobre David le tocó agarrarse del loco de Furioso…
…mientras le mordisqueaba los pies.
Entonces todos los monstruos se agacharon, parecía que era una muestra de afecto para ese jefe tan poderoso…
Todos los espías incluida yo teníamos miedo.
Y entonces Furioso dijo por la traducción de Sara:
-Uuuffff… vaya, vaya, con que ese jefe vuestro tan, tan poderoso viene para acá. Pues yo no veo nada de nada. No sé porque tenéis miedo, seguro que no es más que un bicho idiota-.
 Entonces pasaron cinco minutos oyendo hablar a Furioso hasta que apareció el jefe…
-¡Aaaaaaaaahhhhhhhh!- Gritó Furioso según lo que decía Sara-.
Y yo dije:
-Pero Furioso ¿porque gritas?, si el jefe de los monstros no es más que un simple…
GATO BLANCO-.
Si, en efecto el jefe de los monstruos es solo un gato, blanco, pequeño, con mucho pelo y con las orejas excesivamente pequeñas.
 Al parecer el gato podía hablar y dijo:
-Sí, sí, parar de reíros de mi aspecto, porque aunque sea un gato soy igual de peligroso…
…Bueno en realidad os estábamos esperando, bienvenidos al mundo de los monstruos. Vivimos en este laberinto subterráneo porque no queremos que los humanos nos vean, porque si lo hicieran nos meterían en una especie de cárcel. A algunos de nosotros probablemente nos matarían, nos están observando y no nos dejarán  salir nunca más.
Pero aquí dentro no solo viven monstruos, hay también dragones, unicornios, pegasos, hadas, y también hay alguna  que otra bruja.
-¿Y por qué nos estabais esperando?- dijo Justin-.
- Porque tenéis que salvar el mundo-.
-¿De qué?-.
-Del agujero negro, porque no solo afecta a vuestro mundo paralelo sino que también al nuestro, toma coge esto-.
Era un martillo mágico, grande, brillante, y muy negro.
-¿Y esto para qué sirve?-.
-Para poder bajar la palanca y destruir el agujero negro-.
-¿Es que está muy dura?-.
-Más de lo que crees, tomad un mapa del laberinto para que no os perdáis; marca donde está la palanca, ¡a si! y hay una cosa que no os he dicho… -.
-Y ¿Qué es?-.
-Que solo tenéis 48 horas para llegar hasta donde está la palanca, y una vez que la hayáis bajado, tenéis 5 minutos para escapar u os quedareis encerrados aquí dentro para siempre jamás-.
-Pues en ese caso ¡vámonos ya!-.
4 horas después
Yo dije a todos en general:
-Oír, chicos estoy cansada, llevamos andando 4 horas, y creo que lo estamos haciendo en círculos…
-¿Pero qué dices? Estamos siguiendo la palanca… que ahora que me doy cuenta, cada vez que miro el mapa que nos ha dado ese gato blanco, la palanca está en un sitio distinto- dijo Sara-.
-Lo veis chicos ese asqueroso gato traidor nos ha engañado…-.
Y por lo que dice Sara, Furioso dijo:
-Os lo he dicho, no teníamos que fiarnos de ese bicho engañamapas. Ojalá le pudiera coger de ese asqueroso rabo que tiene tan retorcido y amargo y darle la vuelta hasta que le haga comer como un puñetero cerdo y lo vomite todo el muy guarro siempre ensuciando el suelo…
-Anda cállate Furioso, que ya estás divagando, lo que tenemos que hacer es romper este absurdo mapa de las narices, separarnos y a ver quién de nosotros encuentra la palanca antes-.
-Estoy con Keila ¡yo iré por la derecha!- gritó Sara-.
-Está bien, yo iré por la izquierda- comentó David-.
-Bien, pues yo seguiré recto a ver qué encuentro- dijo Justin-.
-Bien y yo supongo que tendré que seguir por este camino -comenté con la voz un poco ronca.




6- AGUA TODO ES AGUA

L
os demás miembros del grupo de espías se fueron cada uno por su camino elegido para encontrar la palanca, y yo por supuesto, también tenía que seguir el mío.
 Era extraño, cada paso que daba se oía un ruido estremecedor, y fuerte. Cada 15 pasos que doy, un dragón pasa enfrente de mí, como un semáforo de la vida real, no la subterránea. Había dragones rojos, verdes y amarillos, como los colores reales de un semáforo. Era curioso, este mundo me sonaba muchísimo, es como si ya hubiera estado aquí antes, pero no me acuerdo de haberlo hecho, es que, es un tanto complicado.
De repente, me entraron ganas de dormir, miré mi reloj y eran las 11:23 de la noche. Normal que tuviera sueño, así que, para calmarlo, me quité la chaqueta, la tiré al suelo y me tumbé encima de ella. Después cogí mi mochila y la utilicé como almohada, y luego me puse a dormir.
3 horas y media después…
Un ruido breve pero fuerte me despertó, no quería admitirlo pero la verdad es que me asusté un poco. No podía dormir si no averiguaba que lo había provocado, así que me levanté, miré por todas partes: por delante, por detrás, por el lado derecho, por el lado izquierdo, pero nada, no encontraba la causa del ruido. Como tenía mucho sueño, me olvidé del ruido y me fui con mi chaqueta y mi mochila, que hacían la labor de cama. Por el camino, cuando solo faltaba un simple paso para que por fin pudiera volver a soñar en esa cama tan incómoda, me caí por un agujero. Si, si, así como lo lees, mientras andaba se abrió un agujero muy profundo que ni siquiera se veía el suelo y me caí dentro. 
Mientras me caía me golpeaba con todo tipo de cosas que estaban enganchadas a los lados del agujero. No me podía creer que me estuviera cayendo por un agujero en el mismo agujero, era una cosa increíble.
También sentía todo el viento en mi cara, era increíble, vamos, como la otra vez.
 De repente ya veía el suelo, pero desgraciadamente, no era suelo, era agua y se movía muy deprisa. Pero entonces iba a morir. Estaba súper asustada.
Caí dentro del agua, y lo peor es que todo lo que veía a mí alrededor era agua, agua y más agua. Además el agua me arrastraba a algún sitio pero yo no sabía cuál era y estaba muy asustada.
Lo más raro es que es agua era azul rojizo y cuanto más tiempo pasaba dentro, más roja se hacía y pensé “alguien le habrá tirado unas simples gotitas de kétchup y con el tiempo se habrá expandido hasta quedar roja el agua”, y después de unos minutos se me pasó por la cabeza “que va, eso es imposible, pero cosas más raras se han visto o por lo menos yo”, me reí inconscientemente pero seguía asustada…
Entonces el agua dejó de arrastrarme, suspiré aliviada, puse todo mi cuerpo bajo el agua, y miré hacia arriba sin salir. Lo que veía era una mancha azul muy grande con pequeñas manchas blancas por el medio, algunas de esas manchas, eran tirando a gris más que blanco, la verdad.
Salí del agua, y miré hacia arriba, exactamente como había hecho dentro del agua, y me di cuenta que lo que veía cuando estaba hundida era el cielo, con sus nubes blancas y grises. Me parecía increíble lo raro que me parecían las cosas cundo estaba hundida, me encantaba, y a la vez no me parecían reales. Era muy extraño, así que me volví a hundir para echar un vistazo.
Cuando volví a sacar la cabeza del agua, era impresionante, ¡ese mar en el que estaba, se había convertido en una piscina enorme y pública! La verdad, no tenía ni la menor idea de cómo había sucedido y pensé “bueno mejor, así no tengo que pagar entrada”.
 Después fruncí el ceño y me puse a nadar a crol y a braza, de un lado para otro. Y porque no sabía hacer el estilo mariposa, que sino también lo haría…

7- EN EL TÚNEL

M
e fui hacia un lado de la piscina buceando. Por suerte aguantaba mucho la respiración. Las paredes de la piscina eran baldosas azules oscuro y azules claro, y también había blancas. Me di cuenta de que las estaba tecleando porque me parecía el teclado de un ordenador…
Al otro lado de la piscina había una baldosa más grande que las demás, y además era de color negro. Fui buceando hacia esa baldosa, cuando llegué, la toqué con las manos…  
Entonces ocurrió algo muy raro…
Al parecer sí que era un botón porque en el momento que la pulsé, se fue un poco para adentro, vamos como los típicos botones de la vida real…
Después de unos nanosegundos, me empecé a sentir mal,  saqué un poco la cabeza del agua, y miré a mí alrededor. Toda la gente que estaba metida en la piscina estaba igual de mal que yo. Empezaba a pensar que el botón que había pulsado había hecho todo esto, que de alguna manera había contaminado el agua de la piscina…
Estaba un poco asustada y cuanto más  pasaba el tiempo, más mal me encontraba yo y el resto de la gente que estaba dentro.
Era insoportable, sacaba y metía mi cabeza dentro y fuera del agua, pero cada vez se me hacía más duro sacar la cabeza para respirar, hasta que al final no la pude sacar. Los socorristas no nos podían ayudar, porque cuando se tiraban de cabeza al agua se ponían enfermos como todos. El agua era tóxica.
Me estaba hundiendo y ya no podía sacar la cabeza del agua porque se me habían acabado las fuerzas.
Me hundía y me hundía hasta que ya estaba en el suelo de la piscina, tumbada. Cerca de allí, había un pedazo de suelo que media aproximadamente como un poco más de medio metro…
Me acerqué reptando, arrastrándome por ese suelo tan sucio, para ver lo que había dentro.
Ya estaba y sin querer me metí en el agujero, que era como un conducto de ventilación y me puse a reptar por él…
Ya no me encontraba tan mal. De repente encontré algo:
 ¡LA PALANCA QUE DESACTIVA EL AGUJERO NEGRO!
Entonces la bajé y no estaba tan dura como decía ese gato blanco.
Después de un instante, toda el agua del túnel desapareció…
Y claro como estaba verticalmente, me estaba cayendo, de cabeza por el túnel, porque al parecer no era la palanca que desactivaba el agujero negro, era una PALANCA QUE HACÍA DESAPARECER TODA EL AGUA DEL TÚNEL.
Entonces caí y caí, intentando cogerme de la pared, pero no lo conseguía y en ese momento me puse a pensar “¿Porque tuvo que existir la ley de la gravedad? ¡Es súperinjusto, morrudos astronautas!”.
Cada segundo que pasaba veía toda mi vida ante mis ojos, era horrible. Entonces seguí cayendo, hasta que caí en un pequeño trozo de suelo hecho de cristal helado. Éste  me salvo, porque si no hubiera sido por ese trozo de suelo hubiera caído hasta abajo del todo y puede que hubiera muerto.
Pero esa salvación no duró mucho. Del impacto tan enorme que di al suelo, partí el cristal y seguí cayendo, hasta que ya veía el final que era como una especie de roca, luego caí…
Me hice daño, pero el trozo de cristal me salvó la vida, amortiguó la caída. Me levanté y estaba encima de una roca.
Todo el paisaje que me rodeaba era precioso, daba mucho el sol allí arriba y en ese hermoso y gigantesco cielo no había ni una sola nubecita.
Había también una pequeña calita, era preciosa, el agua era muy cristalina, incluso desde estos aproximadamente 15 metros que estaba de alto, se podía ver unos enormes peces preciosos. Es que yo amo el océano, con todas sus pertenencias.
Entonces miré hacia atrás y al parecer el túnel por el que había caído desde la piscina, había desaparecido, era rarísimo, porque pensé ‘’si me hubiera quedado un poco más de rato dentro de ese túnel, ¿yo habría desaparecido con él?’’ 
Entonces volví a mirar hacia delante, y había un telescopio, me decidí que quería mirar por él…
Miré hacia la cala, había una chica bañándose, la veía tan cerca que parecía que estuviera allí con ella.
Luego vi que desde más al fondo de lo que ella estaba, que se le acercaba una gran cantidad de agua, no sabía lo que era. Volví a mirar donde estaba ella y de repente salió del agua ¡un tentáculo enorme! Me asusté mucho, pero seguí mirando y el tentáculo se llevó a la chica hacia a dentro de las preciosas aguas cristalinas.
Paré de mirar por el telescopio y me senté asustada en una esquina de la roca…
Me pasé allí horas, hasta que se hizo de noche. Tenía sueño, así que utilicé mi mochila como almohada y me dormí…


8- EL MISTERIO DE LAS AGUAS


P
or la mañana temprano, me di cuenta de que me había dormido en aquella roca tan áspera y plana. Después me levanté, me quité un poco el polvo espolsándome la ropa con cuidado, y luego me acordé de lo que había visto por el telescopio.
Con un poco de miedo miré por el telescopio a ver si se habían tranquilizado las cosas. Pero al parecer no, porque en la orilla de esa cala tan majestuosa, estaba esa misma chica, toda arañada, con sangre, heridas, y por si fuera poco le faltaban los dos ojos. Esa bestia se los había arrancado de cuajo.
Me entró un poco de miedo, pero decidí que debía averiguar que era esa bestia y como destruirla, porque su tentáculo era más largo que un campo de fútbol.
Y luego pensé ‘’ ¿a saber en qué líos se habrán metido Sara, Justin, David y Furioso?’’.
También se me pasó por la cabeza que puede que ese monstruo que ronda por esas aguas tan cristalinas, esté, por alguna casualidad, protegiendo la dura palanca que debemos bajar.
Anduve un poco por las rocas en las que estaba encima. Al cabo de tres cortos pasos había llegado al final y ya no podía seguir, porque si lo hacía, me caía por ese barranco hasta la arena de la cala (que según mis cálculos, estaba a por lo menos un kilometro) y me podía matar, así que, con mucho cuidado, intenté saltar hasta una roca que había pegada a la pared derecha. Cuando estaba en el aire, apareció una ráfaga de viento, tan fuerte que fue me empujó a la izquierda, que era lo contrario de a donde quería agarrarme; y bueno, vosotros ya sabéis la mala suerte que tengo, así que deseadme suerte…
Di un par de vueltas en el aire por culpa del viento, cuando ya casi iba a caer, no caí…
Juraría que estaba a un centímetro del agua, pero ni la rocé. Entonces miré hacia arriba a ver qué había pasado. Giré la cabeza del revés como si fuera un búho, y lo que me sujetaba era una cuerda negra, muy fina pero resistente y dura. Tenía un imán muy potente en la punta, que estaba pegado a un pequeño imán pegado a mi mochila. Miré después más hacia arriba, para observar que es lo que la sujetaba, pero no se veía el final…
Como no se podía ir a ningún sitio desde la posición que estaba, trepé por la cuerda hasta arriba del todo, pero subía y subía, y nada, es como si estuviera en el cielo, a tantos kilómetros del suelo que estaba. Tenía un poco de vértigo, la verdad, pero en ese momento me di cuenta de que a mi derecha había una montaña, pero de ésta tampoco veía el final. Seguí subiendo hasta que me cansé y me dormí allí en medio de ninguna parte…
Cuando me desperté hacía calor, no había ni una nube en ese cielo tan inmenso. El Sol, estaba enorme y brillante esta mañana tan soleada, pero seguía allí arriba en medio de ningún sitio. Como ya había descansado, seguí subiendo por la cuerda.
Después de una larga hora, conseguí llegar al final. Me puse de pie en un trozo de suelo, de un metro de ancho y otro de largo, que estaba en el aire y de repente, la cuerda desapareció.
Entonces, mirando al cielo vi como una especie de cubo transparente muy grande, que venía hacia mí rodando como un loco…
Cuando ya estaba casi aquí conmigo, ¡iba a aplastarme, me iba a matar!
Así que, como no podía ir a ninguna parte, cerré los ojos para que no me diera más miedo del que ya me daba. Durante cinco segundos cerré los ojos, y cuando los abrí…
¡ESTABA DENTRO DEL CUBO!
Era increíble, veía través del cubo un paisaje inmenso: la cala de hace unos días, el trocito de tierra que no se aguantaba en ninguna parte y la montaña que me perseguía mientras subía por la cuerda.
(¡Estaba dentro del cubo!) Pensé un poco asustada, y parecía que el cubo me estaba llevando hacia arriba, porque cada vez veía el paisaje más y más lejos de mí.  Entonces, de tanto que estaba subiendo, aparecieron muchas nubes y había fuego mucho fuego y luego pasó algo increíble…
¡ME SALÍ DEL PLANETA!




9-FUERA DEL PLANETA

E
l cubo me seguía transportando más arriba y más arriba, hasta que en medio de ese agujero negro y frio que es el espacio había una escalera. El cubo se rompió en mil millones de pedazos, me tiró a la escalera y caí en el primer escalón.
No me asfixiaba, aunque allí no hubiera oxigeno, porque con la fuerza de mi mente intentaba no pensar en que me quedaban unos minutos de vida, que no podría completar la misión, ni volver a ver a mi familia ni amigos, y lo más importante, no podría ver en que magnifica espía me habría convertido y ansiaba por convertirme si esperaba unos años. Nunca me casaré ni tendré hijos. Entonces me puse a llorar muy intensamente de tristeza, mientras mi cuerpo se quedaba completamente sin oxigeno.
Antes de cerrar mis ojos vi una figura negra que se acercaba a mí y gritaba mi nombre, pero no pude aguantar más y cerré los ojos.

De repente, no sé porque, abrí los ojos. Yo me imaginaba que estaría en el submundo, con el resto de los muertos, pero gracias a Dios no estaba muerta, estaba con Justin.  Él me dijo:
-Keila, Keila ¿estás bien?, vamos despierta- me dijo para que me despertara-.
-¡Justin cuanto me alegro de verte, no te imaginas todo lo que me ha pasado!- dije alzando un poco la voz, de lo contenta que estaba-.
Entonces nos abrazamos. Era la primera vez que abrazaba al amor de mi vida, Justin, y me sonrojé un poquito.
-Oye por cierto ¿dónde estamos?- dije yo, mientras observaba el paisaje tan enormemente chulo y gigantesco. Había muchísimo de color negro. Las casas eran negras, la piel de la gente era blanca como la nieve, su ropa era negra, pero no eran personas corrientes, no, eran monstruitos raros que vivían encima de aquella escalera. La gente tenía cola y dos dientes que  les sobresalían de la boca. Éstos eran puntiagudos y les llegaban casi a la cadera. Iban jorobados, sus patas traseras eran muy largas y con pezuñas, y las delanteras muy cortas y también con pezuñas-.
Y le pregunté a Justin:
-¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Cómo me has encontrado? y ¿dónde están los demás?-.
-Estamos aquí porque, te encontré allí abajo, te cogí y te traje aquí que es donde estaba yo y…-.
 -¿pero cómo, nos hemos cruzado?-le interrumpí yo, que ansiaba saber la respuesta-.
-Si, al parecer sí que nos hemos cruzado, y los demás están conmigo pero tengo que darte una muy mala noticia. David ha muerto. Se lo comió por completo un dragón cuando ya estábamos al final de nuestro trayecto-.
-¿¡Que David ha muerto!? No puede ser, ¡nooo!- me puse súper triste. Me puse a llorar, mientras volvía a abrazar a Justin, mientras gritaba que David no se merecía morir, fue una grandísima pérdida que jamás olvidaré.
-Bueno y ¿dónde están los demás?- dije mientras me limpiaba las lagrimas de los ojos-.
- Por allí vienen…-.
Sara y Furioso se acercaban a nosotros. Yo abracé fortísimamente a Sara.
-Oye Keila, ya sabemos dónde está la palanca, te voy a contar lo que nos ha pasado-decía Sara- al principio…


10- SU HISTORIA

c
uando nos separamos, Furioso y yo nos encontramos unas cuantas horas después a David y a Justin (ellos ya se habían encontrado antes). Bueno, el caso es que todos los caminos menos el que fuiste tú, conducían a la palanca.
Después de andar un día entero, nos encontramos a una de las personas  de este pueblo, nos dijo que nos había estado esperando y nos condujo hasta aquí. Comimos, descansamos, nos relajamos y conseguimos un mapa que estaba oculto bajo tierra, y que si marcaba bien donde estaba la palanca.
Cogimos provisiones, y nos fuimos en busca de la palanca para bajarla. Resultó que la palanca estaba dentro de una cueva. Entró en ella el valientísimo David, porque ninguno de nosotros se atrevía, solamente él. Bueno, entró y esperamos una hora, rezando para que lo consiguiera.
Cuando vimos que tardaba mucho, cogimos unos prismáticos, que por suerte tenia Justin en su mochila y miramos a través de ellos.
Vimos un dragón gigantesco con las escamas rojas como el fuego y que tenía detrás la palanca. Pero por mala suerte, el pobre David no consiguió bajar la palanca. Giré un poco los prismáticos para ver donde estaba David, pero solamente pude ver sus huesos y el dragón comiéndose su carne. Nos pusimos a llorar todos, volvimos al pueblo muy tristes y Justin dijo que para vencer al dragón te necesitábamos a ti Keila.
Así que Justin, se puso un traje con oxigeno. Bajó las escaleras para encontrarte y por suerte lo consiguió a tiempo.  Te salvó Keila y te trajo sana y salva aquí, con nosotros.
Debes ayudarnos a vencer el dragón, para poder bajar la palanca. Y después ya pensaremos como podemos salir de aquí en 5 minutos, que es el tiempo que tenemos, si no queremos quedarnos encerrados para siempre. ¿Nos ayudarás?-.
-Pues claro que os voy a ayudar a vencer a ese asqueroso dragón, porque  puede que yo no os lo haya dicho, pero soy muy vengativa, quien mate a mis amigos debe moriiiiiir!- grité más que nunca-.
-¡Esta bien vamos!- gritó Sara con fuerza-.
-¡Adelante!- chilló Justin-.





11- LA PRUEBA FINAL


E
ntonces Sara, Justin, Furioso y yo fuimos corriendo a la cueva. Corriendo muchísimo, como si fuéramos atletas de competición. No nos cansábamos porque no queríamos que el pobre David muriera en vano ¡murió como un héroe!
Ya llegamos a la cueva. Yo entré la primera muy decidida, y mientras andaba para matar al dragón preparaba mi poder…
Ellos me seguían también muy decididos y también preparando su poder para atacar. Entonces por la traducción de Sara Furioso gritó desesperado:
-¡AYA VAMOS, VEEEEENGA!-.
El dragón nos vio y nos tiró fuego. Yo también le tiré fuego a él, pero él era más fuerte que yo, así que me empujó y me di contra la pared. Me hice un poco de daño. Justin se acercó rápidamente a mí para ayudarme, mientras Furioso le mordía la pata al dragón y Sara le tiraba piedras a los ojos. Después yo le dije a Justin que estaba bien, nos levantamos los dos y a él le cogió el dragón con la boca. Lo iba a matar y yo inconscientemente grité:
-¡Noo, a Justin no le mates, le quiero!-.
-¡En serio, yo también a ti, te lo intentaba decir!-.
-Pero entonces ¿porque tonteabas con Sara?-.
-¡Solo te quería distraer, me daba vergüenza, porque nunca he querido a nadie tanto como te quiero a ti, Keila!-.
-En serio ¿de verdad me quieres?-.
-¡Si, en serio, de verdad!-.
Sara dijo:
-¡Keila si tanto le quieres, sálvale, no tenemos mucho tiempo, morirá como David!-.
-¡Lo haré!-.
Me acerqué corriendo al dragón, muy contenta por las cosas tan bonitas que me había dicho Justin, pero por otro lado triste porque podía morir en cualquier momento.
Bueno, el dragón estaba moviendo la cola, así que me acerqué y me cogí a ella, intente trepar por su espalda, pero estaba resbaladiza. Por suerte movió la cola hacia arriba y me pude agarrar de sus hombros. Estiré la mano derecha con mucha fuerza,  para que Justin se cogiera mientras le gritaba:
-¡Justin, dame la mano!-.
-¡No llego, acércate más!-.
-¡No puedo más!- grité desesperada.
-¡Tendrás que saltar! ¡Cuando lo hagas, yo te cogeré y me estirarás hacia abajo y los dos caeremos! ¡Vamos, confía en mí!- dijo Justin-.
-Si yo confío en ti, pero es que…-.
-¡No tengas miedo, salta, vamos que tu puedes! ¡Si no lo haces yo moriré y jamás podremos estar juntos!
-¡Bueno, que remedio, allá vooooooy!
Grité lo más fuerte que pude y salté, pero él me cogió la mano y con mi peso y el suyo el dragón no pudo sujetarnos a los dos con su boca y caímos al suelo. Nos besamos en la boca muy rápidamente y el dijo:
-¡Vamos, salid los tres, mataré a este dragón con mi poder de la sangre, pero tenéis que salir de aquí, sino, vosotros también moriréis! -.
-Pero si te mata, jamás estaremos juntos- le dije mientras le cogía del brazo-.
-Es un riesgo que debo correr, debes entenderlo- me dijo mientras me pasaba la mano por el pelo-.
-Está bien, pero si tienes algún problema grita mi nombre, ¿de acuerdo?-.
-Te lo prometo-.
Entonces Sara nos gritó:
-¡Vamos tortolitos, no tenemos todo el día!
Yo me reí, le dije adiós y mucha suerte a Justin y salí de la cueva. Pero antes de salir, Justin me tiró sus prismáticos para que lo pudiera ver todo.
Miré a través de ellos, y le vi intentando ponerse furioso, pero no podía, ya que estaba contento de que nos hubiéramos besado. Así que sin decírnoslo, entró Furioso, que era un genio en poner furioso a otras personas. De ahí su nombre (Furioso).
Bueno, entró en la cueva y le mordió los pantalones. Se hizo pis en sus zapatillas, le empujó con la boca, le arañó y entonces Justin consiguió ponerse furioso. Furioso salió muy deprisa de la cueva.
Entonces a Justin empezaron a sangrarle los ojos y al dragón también. El dragón se cayó al suelo muerto y Justin ya estaba bien.
Yo me alegré muchísimo y me acerqué a Justin corriendo. Estaba muy cerca de él y él de mí. Nos cogimos de las manos, luego nos abrazamos al mismo tiempo que nos besamos durante unos segundos…
Me pareció una sensación increíble, muy bonita. Me sentía como si estuviera flotando en una nube. Siempre intentaba imaginarme como sería mi primer beso, pero nunca pensé que sería así, tan romántico.
Pero ya se acabó y ambos nos reímos, pero Sara nos recordó una cosa:
-Oye chicos, no sé si se os ha olvidado o qué, pero aun no hemos bajado la palanca y en mi móvil me acaban de enviar in mensaje que dice:
“El agujero negro está aumentando de nivel tenéis que daros prisa”-.
-Es cierto, no hemos bajado la palanca, ¿Dónde está el martillo? – pregunté yo-
-¡Oh, no! el martillo se lo dieron a David y el dragón se lo comería, ¿Qué vamos a hacer?- preguntó Justin-.
-Entre los tres puede que podamos bajarla- sugerí yo-.
-No es tan mala idea, deberíamos intentarlo- dijo Sara-.
-Vamos- dijo Justin-.
Los tres nos acercamos a la palanca pusimos nuestras manos en ella y empujamos con toda nuestra fuerza y ¡lo conseguimos!
¡BAJAMOS LA PALANCA!



12- LOS ULTIMOS CINCO MINUTOS

-¡T
enemos que salir de aquí, rápido!- grité-.
-¿Pero, cómo? no podemos recorrer todo lo que hemos hecho en solo 5 minutos, cuando nos llevó dos días enteros- preguntó Sara-
-Tiene que haber alguna forma de…- pensaba Justin- …podríamos…-.
Entonces estuve pensando. Si hubiera algo que nos sacara del agujero muy rápido, tanto como para hacerlo en menos de 5 minutos, en ese caso nos salvaríamos.
Bueno había que mirar lo que teníamos, a ver:
El cuerpo de un dragón, los huesos de David, unos prismáticos, tres mochilas, un perro, tierra…
-¡Ya lo tengo!- chillé con alegría-.
- ¿El qué? ¿El qué?- dijeron ellos a la vez-.
- Pues…-.
-¿Qué? ¿Qué?- gritaban desesperados-
-Solo tenemos que conseguir unas cuerdas, y rápido, no tenemos mucho tiempo-.
Los tres nos dirigimos al pueblo para coger cuerdas. Justin encontró bastantes en una casa.
Fuimos corriendo, atamos las cuerdas a las alas del dragón, Sara con una de las cuerdas, le movía un ala al dragón y Justin movía la otra, Furioso se puso a dormir en su espalda y yo dirigía el trayecto con ayuda de los prismáticos.
Era una sensación increíble estar como volando. Bajamos por el hueco de las escaleras, muy deprisa para no morir asfixiados. Luego pasamos por el trozo de tierra que no está sujeto por nada. Bajamos hasta la cala, yo tiré una piedra a ese monstruo que vi y con mi gran puntería le di en el ojo, se lo saqué y se murió. Entramos por el túnel, llegamos a la piscina que se convirtió en el rio de agua roja. Volamos por el túnel de tierra por el que yo caí. Nos encontramos con el gato, le dijimos adiós y él a nosotros también;  también nos dijo gracias por parar el agujero. Seguimos volando. Estábamos ya en ese mundo donde vivía el duende. Volamos hacia arriba y conseguimos salir del agujero por muy poco, ya que estábamos observando cómo disminuía de tamaño hasta desaparecer.
Yo, de lo feliz que estaba, empujé a Justin y después a Sara al agua. Luego  me tiré yo, mientras chillaba al agua patos. Furioso también saltó y estuvimos riéndonos, salpicándonos, nadando, buceado y pasándonoslo bomba en el agua…




13- PASEO POR EL PRADO

J
ustin y yo decidimos que después de tanto lio con el agujero negro, nos merecíamos descansar, así que los dos solos fuimos a un prado que había cerca de nuestro pueblo.
 Fuimos al atardecer, cuando para nosotros el sol está más bello y hermoso. El momento del día más mágico y especial de todos.
Paseamos hasta el final del todo, desde donde se veía el mar.
Los pájaros cantan, saltan los delfines, y fuimos justo en la época del año donde los árboles están más bonitos: en primavera.
Nos sentamos en frente del mar y nos miramos fijamente a los ojos, estábamos ambos enamorados al completo, uno del otro, yo le dije:
-Sabes, esta es la primera vez en mi vida que siento algo por alguien, la primera vez que quiero estar con alguien de verdad-.
-¡Ah bueno! pues buena suerte con ese tal don nadie, que al parecer no conozco- dijo enfadado-.
-Pues claro que lo conoces tonto- dije mientras reía-.
-¿Quien?-.
-Tú-.
-¿Soy yo?- se rió-.
-Pues claro que eres tú-.
Entonces su mano derecha se estaba acercando poco a poco a mi mano izquierda, me puso su mano encima de la mía, nos volvimos a mirar. Entonces ambos nos cogimos de la otra mano también. A continuación nos abrazamos y por ultimo nos besamos a la luz de este maravilloso atardecer.

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